Va a estar lleno Buenos Aires



En casi tres meses de gestión, Macri contrató a 1.471 empleados, con sueldos entre 1.200 y 6.000 pesos.


Lapicera rápida. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, autorizó contratos onerosos en distintas áreas de su gabinete y organismos descentralizados, como lo reflejó el Boletín Oficial.

En casi tres meses de gestión, Mauricio Macri ya contrató o autorizó la contratación de 1.471 empleados y funcionarios. Fueron incorporados a la planta de personal por el jefe de Gobierno, la vicejefa Gabriela Michetti, los ministros y los responsables de los organismos descentralizados que dependen de Macri. Representan a más de la mitad de los 2.400 trabajadores que resultaron cesanteados por la administración PRO el 31 de diciembre último. Entre los nuevos contratos figuran casos de asesores que desempeñaron tareas durante 13 días hábiles y que percibieron entre 6 mil y 9 mil pesos, lo mismo que cobra un ministro por el trabajo de un mes. La mayoría de los nuevos empleados recibe un salario de entre 1.200 y 6.000 pesos.

Cuando asumió el 10 de diciembre, el presidente de Boca Juniors anunció que el principal eje de su gobierno sería la modernización del Estado. Con ese argumento congeló la renovación de los contratos que vencían a fin del año pasado. Era el primer paso para reducir la planta de personal del Ejecutivo porteño, que supera las 120 mil personas. Nunca apareció el listado con los nombres de esos empleados catalogados como “ñoquis” que –según Macri– “no cumplen una función necesaria para los vecinos”.

La intriga terminaría dentro de 90 días, cuando finalice el censo de empleados públicos que el próximo lunes comenzará a instrumentar la gestión PRO.

Según dice el jefe de Gobierno, no se conoce cuánta es la gente que recibe un sueldo de las arcas de la Ciudad.

Sí se sabe con nombre, apellido y número de CUIT quiénes son todos los empleados, asesores y funcionarios que firmaron su contrato desde el 10 de diciembre. Los 1.471 casos que contabilizó Crítica de la Argentina fueron publicados en el Boletín Oficial de la Ciudad.

En la cima del ranking de los empleadores del verano están los organismos descentralizados, como el Instituto de la Vivienda o el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. La oficina que más personal absorbió fue el Ente Único Regulador de los Servicios Públicos (EURSP), responsable de auditar las prestaciones de las empresas concesionadas. Estos organismos incorporaron a 366 personas. Además de ser el mayor empleador, el EURSP es el más generoso de la administración porteña. El 28 de diciembre último, el directorio les otorgó a todos sus contratados un plus de 2.700 pesos no remunerativo. De regalo. “De carácter excepcional”, aclara la Resolución Nº 203.

El Ministerio de Desarrollo Urbano, que comanda el arquitecto Marcelo Chaín, fue la segunda fuente de empleo público porteño. Entre su nueva “planta de gabinete” y “locaciones de servicios”, el encargado de las obras públicas de la Ciudad empleó a 328 personas.

La Jefatura de Gobierno llegó al podio, pero quedó en el tercer lugar. Macri designó en total a 191 personas, que cobran entre 1.200 y 4.000 pesos: 33 en la Dirección Técnica y Administrativa, 62 en la Mesa de Entradas, 38 en la Coordinación legal, 54 en la Secretaría Legal y Técnica y los restantes en su despacho. Uno de ellos es el ex director de Cultura de Boca Juniors, Jorge Alves, su histórico colaborador: lo nombró jefe de despacho.

En el otro extremo están el secretario general Marcos Peña, el síndico Ignacio Rial y el subsecretario de Comunicación Social Gregorio Centurión. Sus áreas no llegaron a las diez incorporaciones. Michetti también se puso un límite a la hora de firmar nuevos nombramientos: designó a 13 personas.

A días de iniciar su mandato, Macri elevó el tope que tenía cada funcionario para contratar asesores y secretarios. Desde este año, cada repartición tiene hasta 25 mil pesos mensuales para ese rubro, un 40% más de lo que disponía su antecesor, Jorge Telerman. El jefe de Gobierno también decretó un aumento de sueldos para él, la vicejefa, los ministros y secretarios de Estado cercano al 20 por ciento. Y hace tres semanas, Macri subió de 3.000 a 6.000 pesos el límite de los contratos de locación de servicios que pueden realizar los funcionarios.

En noviembre de 2007, un mes antes de asumir, Macri reunió a la prensa para anunciar que bajaría “un 33,45% los cargos políticos a nivel de direcciones generales y de las subsecretarías” para ahorrarle “varios millones” a la Ciudad. Lo que no dijo es que parte de ese “ahorro” sería destinado a financiar áreas nuevas de la administración pública que, en algunos casos, reemplazaron a las eliminadas direcciones generales y subsecretarías. La gestión PRO creó las Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP), la Agencia Gubernamental de Control, la Unidad Operativa de Adquisiciones Central, el Área Administración Seguridad Informática, la Agencia de Protección Ambiental, el Ente de Turismo y cinco “coordinaciones generales” en algunos ministerios.

Con el censo, Macri promete revelar el número exacto de empleados de la Ciudad. Tendrá 1.471 menos para censar.


Un censo que ya genera polémica


El próximo lunes, la Dirección de Recursos Humanos del gobierno porteño comenzará a censar la población de empleados públicos que –calcula– llega a las 120 mil personas. El trabajo que deberá estar finalizado en menos de tres meses tiene dos objetivos: por un lado, relevar la cantidad de integrantes de la planta permanente, transitoria y de contratados; y por otra parte, poner en evidencia a los “ñoquis”. El que no complete su ficha censal dejará de cobrar el sueldo. El jueves pasado, Mauricio Macri firmó el decreto que implementó la “ejecución y pautas del Censo Integral de Personal” que elaboró una comisión integrada por funcionarios y representantes del sindicato de municipales, Sutecba. Con la publicación de la norma se iniciaron algunas discusiones técnicas sobre el sondeo y el gremio observó algunos puntos de las planillas para realizar el censo. Por ejemplo, faltaban casilleros para consignar el grado de avance de los profesionales de la salud dentro de la carrera administrativa o no se contemplaron los escalafones especiales que rigen en algunas áreas de Cultura.


En Cultura el bolsillo fue amplio y generoso


Vanesa Marlene Trosch fue contratada por el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, para que realice la preproducción artística de una muestra fotográfica sobre Jorge Luis Borges. Trabajó entre el 10 y el 31 de diciembre de 2007. En ese período hubo 13 días hábiles. Lombardi le pagó 9.000 pesos por sus servicios. Así figura en la resolución 3.756 que firmó el ministro el 28 de diciembre de 2007.


El caso de Trosch no es el único. Al menos 21 de los 97 nuevos contratos que firmó el ex secretario de Turismo de Fernando de la Rúa son de 13 días hábiles y oscilan entre los 3.000 y 9.000 pesos. Otros casos: María José Monteiro cobró 8.000 por la preproducción de tres eventos; Laura Carina Méndez recibió 6.000 por desempeñarse como “coordinadora de proyecto”; Susana De Palma facturó 3.000 pesos por oficiar de secretaria ejecutiva de Lombardi entre el 10 de diciembre y Año Nuevo; Andrea Ponce trabajó 13 días hábiles como auxiliar administrativa y ganó 3.000 pesos. Si Ponce trabajaba todo el mes hubiese cobrado más que el director general de su área. [Crítica] *ver nota completa en el Diario Crítica del 5/3/08.